NUEVAS JERARQUÍAS DE PODER GLOBAL EN LOS TERRITORIOS DEL GRAN CHACO. ALFREDO GALARZA

Si analizamos al nuevo sistema mundo eurocéntrico capitalista militar patriarcal colonial moderno llegando desde Europa hacia América, pero situados como pueblos originarios de la zona del Gran Chaco en la década del 70 del siglo XIX, lo que se observa es la llegada de múltiples e imbricadas jerarquías de poder global. Todas estas múltiples jerarquías de poder global fueron novedosas para los pueblos originarios de la zona del Gran Chaco. Todas impactaron de manera enredada y compleja en todas las relaciones sociales de los pueblos originarios de la zona del Gran Chaco. Situarnos como pueblos originarios del monte chaqueño y vivenciar la corporalidad de las nuevas formas de dominación, entendidas como jerarquías mundiales, nos permitirá entender como impactaron en la realidad y subjetividad de los pueblos originarios estas jerarquías, cómo sobreviven hoy día, y cómo las reproducimos actualmente y entender además como nos gobiernan.

"Desde hace algunos años, la interseccionalidad se ha convertido en la expresión utilizada para designar la perspectiva teórica y metodológica que busca dar cuenta de la percepción cruzada o imbricada de las relaciones de poder. La interseccionalidad constituye una de las mayores contribuciones conceptuales del feminismo en los últimos veinticinco años. La luz que arroja en el estudio de los complejos mecanismos de discriminación ha permitido identificar la diversidad de las interacciones generadas por la subordinación de muy diferente tipo: por razones de género, orientación sexual, etnia, religión, origen nacional, (dis)capacidad, nivel socioeconómico y otras.

El concepto mismo de interseccionalidad fue acuñado en 1989 por la abogada afroestadounidense Kimberlé Crenshaw en el marco de la discusión de un caso concreto legal, con el objetivo de hacer evidente la invisibilidad jurídica de las múltiples dimensiones de opresión experimentadas por las trabajadoras negras de la compañía estadounidense General Motors. Desde su primera formulación por Kimberlé Crenshaw (1989), el concepto de interseccionalidad se ha desarrollado y elaborado en distintas maneras, transformando profundamente los estudios feministas. Habiéndose nutrido del pensamiento feminista afroamericano, el enfoque de la interseccionalidad ha permitido reconocer la complejidad de los procesos formales e informales que generan las desigualdades sociales. (Mara Viveros Vigoya)"


El Combahee River Collective fue una organización feminista negra y lésbica que operó en Boston, Estados Unidos entre 1974 y 1980. Segun la declaración del colectivo: "Una posición combinada antirracista y antisexista nos unió inicialmente y, a medida que nos desarrollamos políticamente, nos enfocamos en el heterosexismo y la opresión económica bajo el capitalismo". El nombre del colectivo de mujeres lesbianas fue sugerido por Barbara Smith, en conmemoración de una operación militar planeada y liderada por Harriet Tubman (mujer afroamericana) el 2 de junio de 1863 en el río Combahee. Harriet Tubman fue una luchadora por la libertad de los afroamericanos esclavizados en Estados Unidos. Tras escapar de la esclavitud, realizó trece misiones de rescate en las que liberó a cerca de setenta esclavos, usando la red conocida como ferrocarril subterráneo (fue una red clandestina organizada en el siglo XIX en Estados Unidos y Canadá para ayudar a los esclavos afroamericanos que escaparan de las plantaciones del sur hacia estados libres o Canadá. El nombre de «Ferrocarril Subterráneo» viene por el hecho de que sus miembros utilizaban términos ferroviarios de modo metafórico para referirse a sus actividades. Por ejemplo, los conductores o maquinistas eran quienes ayudaban a los esclavos fugitivos en los propios estados esclavistas de Sur. Les proporcionaban disfraces, mapas, instrucciones sobre sitios para hospedarse y en ocasiones los acompañaban guiándoles durante el trayecto). El último año de la Guerra Civil en Estados Unidos, Tubman se convirtió en la primera mujer en dirigir un asalto armado. Tubman guió tres barcos de vapor a través de las aguas confederadas (que se encontraban llenas de minas) hasta tierra firme. Más de setecientos esclavos fueron rescatados en la operación de Combahee River.

"Las intelectuales chicanas y las feministas negras (Combahee River Collective, 1977; Bell Hooks, 1981; Audre Lorde, 1982; Angela Davis, 1983; Cherrie Moraga y Gloria Anzaldua, 1983; Hill Collins 1990; María Lugones, Norma Alarcón, Chandra Talpade Mohanty, entre otras) así como intelectuales del tercer mundo dentro y fuera de los Estados Unidos (Dussel, 1977; Mignolo, 2000) nos recordaron que siempre hablamos desde un lugar en particular en las estructuras de poder. Nadie escapa a la clase, lo sexual, el género, lo espiritual, lo lingüístico, lo geográfico y las jerarquías raciales del «sistema mundo moderno/colonial capitalista/patriarcal». Según afirma la intelectual feminista Donna Haraway (1988), nuestros conocimientos siempre están situados.

El punto central es el locus de la enunciación, es decir, la ubicación geopolítica y cuerpo-política del sujeto que habla. En la filosofía y las ciencias occidentales, el sujeto que habla siempre está escondido, se disfraza, se borra del análisis.

La «ego-política del conocimiento» de la filosofía occidental siempre ha privilegiado el mito del «Ego» no situado. La ubicación epistémica étnica/ racial/de género/sexual y el sujeto que habla están siempre desconectadas. Al desvincular la ubicación epistémica étnica/racial/de género/sexual del sujeto hablante, la filosofía y las ciencias occidentales pueden producir un mito sobre un conocimiento universal fidedigno que cubre, es decir, disfraza a quien habla así como su ubicación epistémica geopolítica y cuerpo-política en las estructuras del poder/conocimiento coloniales desde las cuales habla.

Si analizamos la expansión colonial europea desde un punto de vista eurocéntrico, lo que tenemos es una imagen en la que los orígenes del llamado sistema mundo capitalista se produce básicamente por la competencia interimperial entre los imperios europeos. Desde este punto de vista, el sistema mundial capitalista sería fundamentalmente un sistema económico que determina el comportamiento de los principales actores sociales mediante la lógica económica de obtener ganancias como se manifiesta en la extracción de la plusvalía y la acumulación incesante de capital a escala mundial. Más aún, el concepto de capitalismo implicado en esta perspectiva privilegia las relaciones económicas sobre otras relaciones sociales. En consecuencia, la transformación en las relaciones de producción genera una nueva estructura de clase típica del capitalismo en oposición a otros sistemas sociales y otras formas de dominación. El análisis de clase y las transformaciones económicas estructurales son privilegiadas sobre otras relaciones de poder.

Si analizamos la expansión colonial europea desde un punto de vista de los pueblos originarios, lo que llegó a América fue una imbricada estructura de poder más extensa y profunda de la que no puede darse cuenta desde una perspectiva económica reduccionista del sistema mundo.

Un hombre europeo / capitalista / militar / cristiano / patriarcal / blanco / heterosexual llegó a América y estableció en el tiempo y el espacio de manera simultánea varias jerarquías globales imbricadas. (Ramón Grosfoguel)"

1) Una formación de clase global particular donde van a coexistir y organizarse una diversidad de formas de trabajo (esclavitud, semiservidumbre, trabajo asalariado, producción de pequeñas mercancías, etc.) como fuente de producción de plusvalía mediante la venta de mercancías para obtener ganancias en el mercado mundial. La explotación de clase genera los ciclos de explotación del Tanino, Algodón y la Soja. Frente a la jerarquía de clase global, los pueblos originarios del Gran Chaco no estaban organizados en un sistema de clases, ya que no había una jerarquía estatal que fragmente a la sociedad en clases sociales. El hacer comunitario indígena se contrapone al trabajo alienado capitalista como manera de entender las relaciones de clase. El hacer comunitario en el mundo indígena no está contenido en la forma de trabajo asalariado, no tiene un comportamiento dual.

2) Una división internacional del trabajo del centro y la periferia, donde el capital organiza la explotación del trabajo en la periferia bajo formas represivas y autoritarias (Wallerstein, 1974). El rol del monte chaqueño como proveedor de materias primas al mercado global occidentalocéntrico en expansión y la dinámica de explotación del trabajo de los pueblos originarios del Gran Chaco, es lo novedoso, con la llegada del frente estatal colonizador en la década de 1880. Antes de este avance militar estatal colonial, la zona del Gran Chaco estaba por fuera de la división internacional del trabajo y por fuera del mercado global de mercancías. Lo que existía entre los pueblos era el intercambio, no había propiedad privada.

3) Un sistema interestatal de organizaciones político-militares controlados por hombres europeos e institucionalizadas en administraciones coloniales y más adelante neo-coloniales (Estados nación) (Wallerstein, 1979). Genocidio, epistemicidio y acumulación de capital mediante la violencia y la desposesión de los pueblos originarios del Gran Chaco, campañas militares de Uriburu y Victorica.

4) Una jerarquía racial/étnica global que privilegia a los europeos sobre los no europeos (Quijano, 1993; 2000), se impone por la fuerza con la llegada del frente colonizador a fines del siglo XIX.

5) Una jerarquía global de género que da primacía a los hombres sobre las mujeres y al patriarcado europeo sobre otras formas de relaciones de género (Spivak, 1988; Enloe, 1990). Familia extendida en los grupos nómades del Gran Chaco.

6) Una jerarquía sexual que otorga primacía a los heterosexuales sobre los homosexuales y lesbianas (es importante recordar que la mayoría de los pueblos indígenas en América no consideraban que la sexualidad entre hombres fuera una conducta patológica. Además los pueblos del Gran Chaco no tenían una ideología homofóbica). Patriarcado cristiano en los territorios del Gran Chaco.

7) Una jerarquía espiritual que da primacía a los cristianos sobre las espiritualidades no cristianas/no occidentales institucionalizada en la globalización de la iglesia cristiana (católica y más tarde protestante). Penetración evangélica en los territorios del Gran Chaco.

8) Una jerarquía que privilegia el conocimiento y la cosmología occidentales sobre el conocimiento y las cosmologías no occidentales, y está institucionalizada en el sistema universitario global (Mignolo, 1995, 2000; Quijano, 1991). Ante el saber institucionalizado en los centros de formación y de domesticación occidentalizados (escuelas, reducciones, obrajes, etc.), los pueblos originarios tienen el ecosistema del monte chaqueño como universidad, como fuente de conocimiento, de identidad y de configuración de su cosmovisión.

9) Una jerarquía lingüística entre las lenguas europeas y las no europeas que hace primar la comunicación y la producción teórica y de conocimiento en los primeros, subalternizando los últimos como productores de folclor o cultura solamente pero no de conocimiento ni teoría (Mignolo, 2000). Cultura oral y corporal de los pueblos del Gran Chaco.

10) Una jerarquía espacial que determina una forma de habitar el territorio en hacinamientos urbanos, a costa de la destrucción de formas nómades y dispersas de vivir la territorialidad. Urbanización y sedentarismo contra pueblos indígenas en movimiento en el Gran Chaco.

11) Una jerarquía de edad occidentalizada donde se privilegia la edad adultaproductiva entre los 16 y 64 años, inferiorizando y haciendo dispensables a los viejos y a los niños. El rol de todas y todos en las comunidades indígenas del monte chaqueño.

12) Jerarquía pedagógica global donde se privilegian las pedagogías occidentales de matriz cartesianas institucionalizadas en el sistema escolar mundial. El principio de unicidad en los pueblos originarios del Gran Chaco.

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