COLONIALIDAD DEL PODER COMO MATRIZ DE PODER DEL MUNDO MODERNO/COLONIAL (RAMON GROSFOGUEL)



Los estudios sobre la globalizacion, los paradigmas de la ecoonomía política y el análisis del sistema-mundo, con contadas excepciones, no han derivado las implicaciones epistemológicas y teóricas de la crítica epistémica que vienen desde lugares subalternos en la línea divisoria de la dominación colonial y son expresados en la adademia mediante los estudios étnicos y estudios de género. Siguen produciendo conocimiento desde la perspectiva del "ojo de Dios", del "punto cero" del Hombre Occidental. Esto ha llevado a importantes problemas en la forma en que conceptualizamos el "capitalismo global" y el "sistema-mundo", conceptos que requieren ser descolonizados, algo que sólo puede lograrse con una epistemoñogía decolonial que asuma abiertamente una geopolítica y una corpo-política decoloniales del conocimiento como puntos de partida hacia una crítica radical. Los siguientes ejemplos pueden ilustrar este aspecto.

Si analizamos la expansion colonial europea desde un punto de vista eurocéntrico, lo que tenemos es una imagen en la que los orígenes del llamado sistema-mundo capitalista se produce básicamente por la competencia interimperial entre los imperios europeos. El principal motivo de esta expansión fue encontrar rutas más cortas al Oriente, lo que condujo accidentalmente al mal llamado "descubrimiento" y a la eventual colonización de las Américas por parte de la monarquía castellana. Este proceso creó un mercado mundial capitalista produciendo un nuevo sistema-mundo. Desde este punto de vista, el sistema mundial capitalista sería fundamentalmente un sistema económico que determina el comportamiento de los principales actores sociales mediante la lógina económica de obtener ganancias como se manifiesta en la extracción de plusvalía y la acumulación incesante de capital a escala mundial. Más aún, el concepto de capitalismo implicado en esta perspectiva privilegia las relaciones económicas sobre otras relaciones sociales. En consecuencia, la transformación en las relaciones de producción generada por la expansión colonial europea a nivel mundial da lugar a una nueva estructura de clase típica del capitalismo en oposición a otros sistemas sociales y otras formas de donimación de civilizaciones precapitalistas. En los paradigmas de la economía política, los análisis de clase y las transformaciones económicas estructurales son privilegiados sobre otras relaciones de poder.

Sin negar la importancia de la acumulación incesante de capital a escala mundial y la existencia de una estructura particular de clase del capitalismo global, planteo la siguiente pregunta ¿cómo se ve el sistema-mundo si movemos el locus de enunciación del hombre europeo a una mujer indígena de las Américas, digamos, a Rigoberta Menchú en Guatemala o a Domitila en Bolivia? No pretendo hablar por estas mujeres indígenas o representar su punto de vista. Lo que quiero hacer es desplazar el lugar desde el cual están pensando estos paradigmas, cambiar la geografía de la razón. La primera implicación con el desplazamiento de nuestra geopolítica del conocimiento es que lo que llegó a las Américas a finales del siglo XV no fue sólo un sistema económico de capital y trabajo para la producción de mercancías que pudieran venderse con ganancia en el mercado mundial. Ésa fue una parte crucial, pero no el único elemento, de un entramado y complejo "paquete" de relaciones de poder. Lo que llegó a las Américas fue una imbricada estructura de poder más extensa, compleja y profunda de la que no puede darse cuenta desde una perspectiva economicista reduccionista del sistema-mundo. Desde la ubicación estructural de una mujer indígena en las Américas lo que llegó fue una civilización constituida por un sistema-mundo más complejo que el descrito por los paradigmas de la economía política y el análisis del sistema-mundo. Un hombre europeo/capitalista/militar/cristiano/patriarcal/blanco/heterosexual llegó a las Américas y estableció en el tiempo y el espacio, de manera simultanea, múltiples jerarquías globales de dominación imbricadas entre sí, que, para fines pedagógicos en esta exposición, enumerare a continuación como si estuvieran separadas unas de otras:

1) Una formación de clase global particular donde van a coexistir y organizarse una diversidad de formas de trabajo (esclavitud, semiservidumbre, trabajo asalariado, producción de pequeñas mercancías, etc.) como fuente de producción de plusvalía mediante la venta de mercancías para obtener ganancias en el mercado mundial insertadas en una lógica incesante de acumulación de capital.

2) Una división internacional del trabajo del centro y la periferia, donde el capital organiza la explotación del trabajo en la periferia bajo formas represivas y autoritarias (Cox, 1948, 1959, 1964; Wallerstein, 1974).

3) Un sistema interestatal de organizaciones político-militares controlados por hombres de origen europeo e institucionalizadas en administraciones coloniales (Wallerstein, 1979) y más adelante neo-coloniales (Nkrumah, 1965).

4) Una jerarquía racial/étnica global que privilegia a los occidentales sobre los no occidentales(Dubois, 1935, 1971).

5) Una jerarquía global de género que da primacía a los hombres sobre las mujeres y al patriarcado europeo sobre otras formas de relaciones de género (Spivak, 1988; Oyewumi, 1997; Marcos, 2006; Lugones, 2008).

6) Una jerarquía sexual que otorga primacía a los heterosexuales sobre los homosexuales y lesbianas (es importante recordar que la mayoría de los pueblos indígenas en América no consideraban que la sexualidad entre hombres fuera una conducta patológica, y no tenian, antes de la llegada de los europeos, una ideología homófoba o lesbófoba) (Marcos, 2006; Lugones, 2008).

7) Una jerarquía espiritual global de la cristiandad que da primacía a los cristianos sobre las espiritualidades no cristianas/no occidentales institucionalizada en la globalización de la iglesia cristiana (católica y más tarde protestante).

8) Una jerarquía epistémica que privilegia el conocimiento y la cosmología occidentales sobre el conocimiento y las cosmologías no occidentales, y está institucionalizada en el sistema universitario global.

9) Una jerarquía lingüística entre las lenguas imperiales europeas y las lenguas no europeas que hace primar la comunicación y la producción teórica y de conocimiento en los primeros, subalternizando a los segundos como productores sólo de folclore o de cultura, y descartadas como lenguas de producción de teoría y conocimientos.

10) Una jerarquía estética global donde se privilegian las formas de belleza y gustos occidentales y se inferiorizan las forms de belleza y gustos no occidentales, institucionalizadas en los ministerios de Cultura y en la jerarquía de museos y galerías artísticas globales, así como en los diseños mecantiles industriales.

11) Una jerarquía pedagógica global donde se privilegian las pedagogías occidentales de matriz cartesiana sobre las pedagogías no occidentales, institucionalizada en el sistema escolar mundial.

12) Una jerarquía de medios de comunicación global donde se privilegian los aparatos de comunicación controlados por Occidente.

13) Una jerarquía ecológica global donde se privilegia el concepto de "naturaleza" occidental del dualismo cartesiano (donde la naturaleza es siempre objeto, nunca sujeto, con formas de vida inferiores y siempre pasiva, exterior a los humanos y un medio para un fin) con todas las consecuencias nefastas para el medio ambiente planetario, y se descartan otras cosmovisiones y formas de entender holísticamente el medio ambiente y la ecología (donde humanos son parte integral de la ecología planetaria, coexistiendo con otras formas de vida dentro del mismo cosmos, y la "naturaleza" es un fin en sí mismo). El concepto cartesiano occidental lleva la racionalidad de la destrucción ecológica, pues, al pensar la naturaleza como objeto, como medio para un fi y como dualistamente exterior a los humanos, toda la tecnología que construye lleva de sí racionalidad de la destrucción de la vida y no de la reproducción. 14) Una jerarquía de edad occidentalizada donde se privilegia la edad adultaproductiva entre los 16 y 64 años, inferiorizando y haciendo dispensables a los viejos y a los niños.

15) Una jerarquía médica donde la medicina occidental se privilegia sobre las medicinas milenarias de los pueblos.

16) Una jerarquía espacial donde se privilegia lo urbano sobre lo rural, con las consecuencias de que la población mundial se ha volcado hacia las zonas urbanas en detrimento de las zonas rurales, destruyendo el campesinado y las comunidades ancestrales.

El siglo XVI inicia una nueva civilización que para finales del siglo XIX llegó a cubrir todo el planeta. Yendo un paso más adelante de Quijano, conceptualizo la colonialidad del poder como una imbricación o, para usar el concepto de color en EEUU, un entrelazamiento ("interlocking", que no es lo mismo que "interseccionalidad", como diría el colectivo histórico de feministas negras Combahee River Collective a principios de los anños ochenta del siblo pasado) de jerarquías globales múltiples y heterogéneas ("heterarquías", como diría Kontopoulos, 1993) de formas de dominación y explotación sexuales, políticas y económicas, espirituales, linguisticas y raciales imbricadas y enrredadas de manera compleja, donde la jerarquía etno/racial de la línea divisoria occidental/no occidental reconfigura de manera transversal todas las demás estructuras globales de dominación. Lo que se enfatiza en la perspectiva de la "colonialidad del poder" es la vieja idea que podemos encontrar en Frantz Fanon, W.E.B. Dubois, Oliver Cox, Cedric Robinson y en todo el pensamiento radical negro de las Américas acerca de cómo la idea de raza y el racismo son un principio organizador que estructura todas las múltiples jerarquías de dominación del sistema-mundo. Por ejemplo, las diferentes formas de trabajo articuladas a la acumulación de capital a escala mundial son asignadas de acuerdo con esta jerarquía racial: el trabajo coercitivo (o barato) es realizado por personas no occidentales en la periferia y la "fuerza detrabajo de asalariados libres" por occidentales en el centro. Aun las formas de trabajo asalariado en la periferia se realizan bajo formas autoritarias y despóticas de acumulación por desposesión (Amin, 1974) de la acumulación originaria de capital. La jerarquía nglobal de genero también se ve afectada por la raza: al contrario de los patriarcados pre-europeos, en los que todas las mujeres eran inferiores a todos los hombres, en el nuevo sistema de dominación colonial una minoría de mujeres en el mundo, de origen occidental, tienen un status más elevado y mayor acceso a recursos materiales que la mayoría de los hombres del mundo que son de origen no occidental. La idea raza estructura la población mundial en un orden jerárquico de personas superiores e inferiores que se convierte en un principio organizador de la división internacional capitalista del trabajo y del sistema patriarcal global. Contrario a la perspectiva eurocéntrica, la raza, el género, la sexualidad, la espiritualidad y la epistemología no son elementos añadidos a las estructuras económicas y políticas del sistema mundial capitalista, sino una parte constitutiva integral e imbricada del amplio y entramado "paquete" civilizatorio llamado el "sistema-mundo capitalista/patriarcal occidentalizado/cristianizado moderno/colonial" (Grosoguel, 2002). El patriarcado europeo de la cristiandad y las nociones europeas de la sexualidad, epistemología y espiritualidad se exportaron al resto del mundo mediante la expansion colonial como criterio hegemónico para racializar, clasificar y patologizar a sus poblaciones en una jerarquía de razas superiores y razas inferiores.

Esta elaboración tiene enormes implicaciones, sue sólo puedo mencionar de manera breve aquí:

1) La antigua idea eurocéntrica de que las sociedades se desarrollan al nivel del Estado-nación en términos de una evolución lineal de modos de producción desde los sistemas precapitalistas hasta el capitalista está superada. Todos estamos circunscritos a un sistema-mundo capitalista que articula diferentes formas de trabajo según la clasificación racial de la población mundial (Cox, 1948, 1959, 1964; Wallestein, 1974, 1979; Grosfoguel, 2002).

2) El antiguo paradigma marxista de infraestructura y superestructura se reemplaza por una estructura histórica "heterárquica" (Kontopoulos, 1993), es decir, una articulación imbricada de múltiples jerarquías, en las que la subjetividad y el imaginario social no son derivativos sino constitutivos de las estructuras del sistema-mundo (Grosfoguel, 2002). En esta conceptualización, la raza y el racismo no son superestructurales o instrumentales a una lógina abarcante de acumulación capitalista a escala mundial. El "patrón de poder colonial" es un principio organizador que involucra la explotación y la dominación ejercidas en múltiples dimensiones de la vida social, desde las relaciones económicas, sexuales o de género hasta las organizaciones políticas, las estructuras de conocimiento, las entidades estatales, la familia y los hogares.

3) La antigua división entre cultura y economía política, como se expresa en los estudios poscoloniales y las perspectivas de la economía política, está superada (Grosfoguel, 2002). Los estudios poscoloniales conceptualizan el sistema-mundo capitalista como constituido pricipalmente por la cultura, mientras que la economía política pone la determinación principal en las relaciones económicas. En el enfoque de la "colonialidad" que proponemos aquí, la pregunta acerca de qué es primero, "la cultura o la economía", es un falso dilema, el viejo dilema del huevo y la gallina que oscurece la comlejidad del sistema-mundo (Grosfoguel, 2002).

4) La colonialidad no es equivalente al colonialismo. No se deriva de la modernidad ni antecede a ella. La colonialidad y la modernidad constituyen dos caras de una misma moneda. Al igual que la revolución industrial europea se logró sobre los hombres de las formas coercitivas de trabajo, la ciudadanía y la democracia se formaron en un proceso de interacción colonial racial con personas no occidentales, asi como de su dominación/explotación.

5) Llamar "capitalista" al actual sistema mundial es, por decir lo menos, engañoso. Dado el "sentido común" hegemónico eurocéntrico, en el momento en que usamos la palabra capitalismo las personas inmediatamente piensan que estamos hablando sobre la "economía". Sin embargo, el "capitalismo" sólo es una de las múltiples constelaciones imbricadas del patrón colonial de dominación. El uso de "capitalismo global" o de "sistema-mundo capitalista" invisibiliza la multiplicidad de relaciones de dominación que están en juego. De ahí que, a riesgo de sonar ridículo, prefiera usar una frase mas larga para nombrar el sistema, de manera que visibilice todo lo que esta en juego: "sistema-mundo occidentalocéntrico/cristianocéntrico capitalista/patriarcal moderno/colonial". Dada su imbricación con otras relaciones de dominación, destruir los aspectos capitalistas del sistema-mundo no sería suficiente para destruir el actual sistema-mundo. Para transformarlo es crucial destruir la totalidad heterogénea historico-estructural llamada "patrón colonial de dominación" del sistema, que en este texto hemos identificado en dieciseis jerarquías de poder global.

6) En el fondo, la modernidad, identificada aquí como el "sistema-mundo occidentalocéntrico/cristianocéntrico capitalista/patriarcal moderno/colonial", es una civilización con un sistema económico, como lo conceptualiza el pensamiento decolonial producido desde el Sur global, y no un sistema económico que produce una civilización, como lo conceptualiza el pensamiento de la izquierda occidentalizada. Esto es lo que los pensadores y pensadoras críticos(as) de los pueblos indígenas, aborígenes, asiáticos y afros en todas partes del mundo nos recuerdan constantemente. Se trata no solamente de un sistema económico o de un sistema social mundial, sino de una civilización con sus formas particulares de pensar, actuar y relacionarse con otros humanos y con el cosmos. Esta civilización moderna occidental es lo que los indígenas en todo el mundo nombran como una "civilización de murte", no solamente porque ha conllevado y sigue conllevando la muerte de millones de seres humanos, sino porque conlleva la muerte de todas las formas de vida (humanas y no humanas).

7) Al tratarse de una civilización, la descolonización y la liberación antisistémica no pueden reducirse a una sola dimensión de la vida social. Se requiere una transformación más amplia de las jerarquias sexuales, de género, espirituales, epistémicas, económicas, políticas y raciales del sistema-mundo. La perspectiva de lo "decolonial" y del "marzismo negro" (Robinson, 1983) nos desafía a pensar sobre las transformaciones sociales en una forma no reduccionista hacia una nueva civilización que afirme la vida mas allá de la dominación, explotación y destrucción de la vida humana y no humana de la presente civilización. La situación ha llegado al punto en que afirmar esta civilización es equivalente a apoyar la destrucción de la vida. PAra afirmar la vida, hay que luchar por una nueva civilización que descolonice las actuales relaciones de dominación epistémicas, sexuales, políticas, degénero, espirituales, urbanas/rurales, de clase, raciales, etc. que produce y promueve la presente civilización moderna occidental.

NUEVAS JERARQUÍAS DE PODER GLOBAL EN LOS TERRITORIOS DEL GRAN CHACO. ALFREDO GALARZA

Si analizamos al nuevo sistema mundo eurocéntrico capitalista militar patriarcal colonial moderno llegando desde Europa hacia América, pero situados como pueblos originarios de la zona del Gran Chaco en la década del 70 del siglo XIX, lo que se observa es la llegada de múltiples e imbricadas jerarquías de poder global. Todas estas múltiples jerarquías de poder global fueron novedosas para los pueblos originarios de la zona del Gran Chaco. Todas impactaron de manera enredada y compleja en todas las relaciones sociales de los pueblos originarios de la zona del Gran Chaco. Situarnos como pueblos originarios del monte chaqueño y vivenciar la corporalidad de las nuevas formas de dominación, entendidas como jerarquías mundiales, nos permitirá entender como impactaron en la realidad y subjetividad de los pueblos originarios estas jerarquías, cómo sobreviven hoy día, y cómo las reproducimos actualmente y entender además como nos gobiernan.

Para poder entender como opera un complejo sistema de jerarquias de poder hay que retomar los análisis interseccionales de la tradicion poltíca del pensamiento crítico de mujeres afroamericanas (Combahee River Collective, Angela Davis, Kimberlé Crenshaw), chicanas (Gloria Anzaldua) y latinoamericanas (Maria Lugones). Para entender la colonialidad del poder y como opera lo etno/racial como principio organizador del sistema-mundo capitalista, heteropatriarcal, imperial, estatal, racista, colonial/moderno hay que rescatar el pensamiento de autores negros decoloniales (Aimé Césaire, Frantz Fanon) y del marxismo negro caribeño (Cedric Robinson, Eric Williams, Oliver Cox, C. L. R. James, George Padmore, Lloyd Best, George Beckford, Walter Rodney, Rhoda Reddock, Stuart Hall).

Según Mara Viveros Vigoya: "Desde hace algunos años, la interseccionalidad se ha convertido en la expresión utilizada para designar la perspectiva teórica y metodológica que busca dar cuenta de la percepción cruzada o imbricada de las relaciones de poder. La interseccionalidad constituye una de las mayores contribuciones conceptuales del feminismo en los últimos veinticinco años. La luz que arroja en el estudio de los complejos mecanismos de discriminación ha permitido identificar la diversidad de las interacciones generadas por la subordinación de muy diferente tipo: por razones de género, orientación sexual, etnia, religión, origen nacional, (dis)capacidad, nivel socioeconómico y otras.

El concepto mismo de interseccionalidad fue acuñado en 1989 por la abogada afroestadounidense Kimberlé Crenshaw en el marco de la discusión de un caso concreto legal, con el objetivo de hacer evidente la invisibilidad jurídica de las múltiples dimensiones de opresión experimentadas por las trabajadoras negras de la compañía estadounidense General Motors. Desde su primera formulación por Kimberlé Crenshaw (1989), el concepto de interseccionalidad se ha desarrollado y elaborado en distintas maneras, transformando profundamente los estudios feministas. Habiéndose nutrido del pensamiento feminista afroamericano, el enfoque de la interseccionalidad ha permitido reconocer la complejidad de los procesos formales e informales que generan las desigualdades sociales."


Combahee River Collective fue una organización feminista negra y lésbica que operó en Boston, Estados Unidos entre 1974 y 1980. Segun la declaración del colectivo: "Una posición combinada antirracista y antisexista nos unió inicialmente y, a medida que nos desarrollamos políticamente, nos enfocamos en el heterosexismo y la opresión económica bajo el capitalismo". El nombre del colectivo de mujeres lesbianas fue sugerido por Barbara Smith, en conmemoración de una operación militar planeada y liderada por Harriet Tubman (mujer afroamericana) el 2 de junio de 1863 en el río Combahee. Harriet Tubman fue una luchadora por la libertad de los afroamericanos esclavizados en Estados Unidos. Tras escapar de la esclavitud, realizó trece misiones de rescate en las que liberó a cerca de setenta esclavos, usando la red conocida como ferrocarril subterráneo (fue una red clandestina organizada en el siglo XIX en Estados Unidos y Canadá para ayudar a los esclavos afroamericanos que escaparan de las plantaciones del sur hacia estados libres o Canadá. El nombre de «Ferrocarril Subterráneo» viene por el hecho de que sus miembros utilizaban términos ferroviarios de modo metafórico para referirse a sus actividades. Por ejemplo, los conductores o maquinistas eran quienes ayudaban a los esclavos fugitivos en los propios estados esclavistas de Sur. Les proporcionaban disfraces, mapas, instrucciones sobre sitios para hospedarse y en ocasiones los acompañaban guiándoles durante el trayecto). El último año de la Guerra Civil en Estados Unidos, Tubman se convirtió en la primera mujer en dirigir un asalto armado. Tubman guió tres barcos de vapor a través de las aguas confederadas (que se encontraban llenas de minas) hasta tierra firme. Más de setecientos esclavos fueron rescatados en la operación de Combahee River.

Como señala Ramon Grosfoguel: "Las intelectuales chicanas y las feministas negras (Combahee River Collective, 1977; Bell Hooks, 1981; Audre Lorde, 1982; Angela Davis, 1983; Cherrie Moraga y Gloria Anzaldua, 1983; Hill Collins 1990; María Lugones, Norma Alarcón, Chandra Talpade Mohanty, entre otras) así como intelectuales del tercer mundo dentro y fuera de los Estados Unidos (Dussel, 1977; Mignolo, 2000) nos recordaron que siempre hablamos desde un lugar en particular en las estructuras de poder. Nadie escapa a la clase, lo sexual, el género, lo espiritual, lo lingüístico, lo geográfico y las jerarquías raciales del «sistema mundo moderno/colonial capitalista/patriarcal». Según afirma la intelectual feminista Donna Haraway (1988), nuestros conocimientos siempre están situados.

El punto central es el locus de la enunciación, es decir, la ubicación geopolítica y cuerpo-política del sujeto que habla. En la filosofía y las ciencias occidentales, el sujeto que habla siempre está escondido, se disfraza, se borra del análisis.

La «ego-política del conocimiento» de la filosofía occidental siempre ha privilegiado el mito del «Ego» no situado. La ubicación epistémica étnica/ racial/de género/sexual y el sujeto que habla están siempre desconectadas. Al desvincular la ubicación epistémica étnica/racial/de género/sexual del sujeto hablante, la filosofía y las ciencias occidentales pueden producir un mito sobre un conocimiento universal fidedigno que cubre, es decir, disfraza a quien habla así como su ubicación epistémica geopolítica y cuerpo-política en las estructuras del poder/conocimiento coloniales desde las cuales habla."


Como también señala Ramón Grosfoguel, para poder entender como el sociólogo peruano Anibal Quijano llego a la idea de la colonialidad del poder, hay que rescatar la tradicion del pensamiento afrocaribeño de influencia marxista, que pensó y teorizó, desde una posición subalterna, la caracterización del sistema-mundo capitalista como un proceso civilizatorio donde hay multiples jerarquías de poder, y no solamente, un sistema económico centrado en la opresión de clase para generar plusvalor.

"¿Qué significa pensar decolonialmente desde el Gran Caribe?"
Aquí quiero señalar la importante contribución de Nelson Maldonado-Torres (2006a, 2006b), quien ha insistido en múltiples ocasiones en que, al contrario al pensamiento latinoamericano que pretende pensar desde un continente, el pensamiento decolonial afroa-caribeño es 'postcontinental' o podríamos decir 'transcontinental', porque piensa desde una posicionalidad subalterna en las relaciones de dominación más allá de una geografía continental. Mientras el pensamiento latinoamericano privilegia el pensamiento continental como geografía de la razón, el pensamiento caribeño privilegia el pensamiento desde la figura del Calibán, desde el humano esclavizado que se enfrenta al amo Próspero, desde el sujeto inferiorizado racialmente, desde el pensamiento crítico que se produce en la zona del no-ser fanoniana enfrentándose a la zona del ser, desde el lado subalterno de la dominación colonial/racial (Lamming, 1960; Césaire, 1969; Fernández Retamar, 1971).

La figura del Calibán como lugar de enunciación representa una crítica radical al pensamiento y las filosofías continentales. Sabemos que no todo pensamiento crítico es decolonial. Muy bien se puede ser originario del Caribe geográfico y pensar eurocéntricamente en el plano epistemológico. Igualmente se puede pensar desde el continente latinoamericano y reproducir el pensamiento eurocentrista. No basta con pensar desde una geografía. Las filosofías continentales tienen el problema de no tomar en cuenta el pensamiento crítico que se produce desde las zonas del no-ser de sus propios continentes, homogeneizando la diversidad epistémica de estas regiones. No se puede asumir el reduccionismo geográfico de que, si se piensa desde una geografía continental diferente a Europa, ya de por sí se está produciendo pensamiento crítico o pensamiento decolonial frente al eurocentrismo. Para producir pensamiento decolonial es fundamental pensar desde el pensamiento crítico que se produce en la zona del no-ser de las relaciones de dominación y explotación del capitalismo racial, es decir, desde la experiencia de los condenados de la tierra que viven la violencia y el despojo constante y no como excepción. Lo que caracteriza el pensamiento decolonial afro-caribeño es su mirada crítica desde la posicionalidad de Calibán, su mirada trascontinental. Esto hace posible un diálogo trasmoderno Sur-Sur (Dussel, 2015) entre los calibanes de civersos lugares del mundo.

El Gran Caribe como laboratorio de los imperialismos occidentales
El caribe, como una de las regiones donde comenzó la expansión colonial europea hace más de 500 años, y como lugar donde los diversos imperialismos occidentales han hecho sus laboratorios de dominación mundial, ha permitido al pensamiento decolonial afro-caribeño la producción de pensadores y pensdoras que han sido muy influyentes, a escala mundial, en sus diagnósticos y propuestas frente al capitalismo-moderno-colonial-imperial. Autores y autoras como Walter Rodney, Frantz Fanon, Silvia Wynter, Claudia Jones, Aimé Césaire, Clive Thomas, Paget Henry, Jamaica Kincaid, GEroge Padmore, C.L.R. James, Eduoard Glissant, Norman Girven, Stuart Hall, y muchos(as) otros(as) han sido leídos más allá del Gran Caribe, en África, Asia, América Latina y Europa. LAmentablemente, con excepción de Fanon y más recientemente Stuart Hall, han sido desconocidos en América LAtina. Igualmente ocurre con pensadores y pensadoras decoloniales afro-nordestinos brasileños; como Silvio Humberto Dos Passos Cunha, Angela Figueiredo, NAdia Cardozo, Wilson Roberto Mattos, etcétera.

Pero existen también muchos otros pensadores y pensadoras decoloniales afro-caribeños(as) que, aún escribiendo enc astellano, han sido ignorados y son todavía desconocidos en América Latina. Me refiero a intelectuales del Caribe hispanófono como Walterio Carbonell, Juan René Betancourt, CArlos Moore (también ha escrito en portugués, inglés y francés), Angel Pinto Albiol, Sixto Gastón Aguero, Aquiles Escalante, José Luciano Franco, Wilmer Villa, Ochy Curiel, Sandalio Junco, Ernell Villa, Jesús Colón, Arturo Schomberg, Manuel Zapata Olivella, Nancy Morejón, Nelson MAldonado-Torres, Jesus 'Chucho' García, etcétera.

La experiencia de enfrentarse a varias estrategias imperiales, de haber sufrido durante siglos la esclavitud en las plantaciones del capitalismo racial, de haber sido y, en algunos casos, seguir siendo colonias directas de varias metrópolis occidentales, posibilitado una mirada transversal de crítica decolonial con una rica producción de categorías conceptuales que han sido útiles en los procesos de liberación antiimperialistas, anticoloniales y anticapitalistas en otras partes del mundo. Esta experiencia compartida en el Gran Caribe ha sido vital para la producción temprana de pensamiento antiimperialista decolonial, mucho antes que otras regiones del mundo que fueron colonizadas uno dos, tres y hasta cuatro siglos despues de 1492. La excepción a esta tendencia de colonización caribeña en la modernidad temprana son las islas Canarias y la civilización musulmana en la Peninsula Ibérica, conocida como al-Ándalus, que fueron conquistadas por la Corona castellano-aragonesa en el siglo XV, y algunas regiones de la costas de África y la región de Kerala en el sur de la India, que fueron conquistadas por los portugueses también en el siglo XV. Estas experiencias de colonialismo son muy immportantes para entender los procesos de colonización en las Américas. De manera que no sólo hubo resistencias, sino pensamientos decoloniales contra la modernidad/colonialidad desde muy temprano en la historia de la expansión colonial europea. Para ilustrar este punto tomemos de ejemplo algunas experiencias de genealogía decolonial desde el siglo XVI en diversas partes del mundo.

1) La fatwa de Shaykh Zainuddin Makhdum en 1583 en Kerala contra los portugueses (Makhdum, 1990).

2) El documento Nican Mopohua producido en 1548 por la comunidad indígena de Tlatelolco compuesta de cuatro tlamatinimes nahuas y 6 intelectuales indígenas del Colegio de la Santa Veracruz de Tlatelolco (Contreras Colin, 2017).

3) El pensamiento político decolonial de la resistencia afro-colombiana desde el siglo XVI en Palemque, en la costa caribeña de Colombia, hasta nuestros días (Arboleda Quiñonez, 2011).

Hay muchos textos decoloniales antiguos en diversas partes del mundo. El asunto es que buena parte de este pensamiento decolonial era oral, y donde había escritura, han sido muy dificiles de conseguir, porque unos fueron destruidos y otros se encuentran en los archivos coloniales de los imperios metropolitanos. En el Caribe tenemos experiencias de resistencias decoloniales tempranas, dirigidas por líderes taínos y, más adelante, por africanos esclavizados (Williams, 1971)."


Primeramente quisiera aclarar, que no es capitalismo lo que llega a los territorios del Abya Yala (América), al contrario, las jerarquias raciales, hetero patriarcales, cristianas, estatales e imperiales imponen por la fuerza un sistema de trabajo esclavizado, coercitivo, que luego de un tiempo generaría las mercancias que se venderían en ese nuevo mercado mundial produciendo plusvalor, y recien ahi, se generaría al mismo tiempo que se expande, el sistema capitalista mundial, que sería la cara económica del sistema civilizatorio. Es verdad, que en un corto período de tiempo se genera esa veta capitalista del sistema civilizatorio. El sistema capitalista se genera a medida que se expande la colonizacion de los pueblos de Abya Yala y la esclavizacion forzada de población africana que es secuestrada y obligada por la fuerza a trabajar en los territorios colonizados del Abya Yala. La resistencia de los pueblos indígenas del Abya Yala impide, en un primer momento, la explotación forzada del trabajo para producir mercancias, es por eso que se necesita recurrir a la mano de obra esclavizada de la población de África para la formacion de ese sistema capitalista. Este proceso no se produce de un día para otro. Las primeras mercancias que alimentan ese mercado mundial, al principio son producto del pillaje y el intercambio mediante el engaño de los pueblos indígenas.

Según el historiador argentino Horacio Machado Aráoz, en su libro "Potosí, el origen. Genelogía de la minería contemporanea", asume que el capitalismo nació en la zona andina de Potosí, más precisamente en el cerro Rico. La mitad de toda la plata que llegó a España fue saqueada de este enclave minero. Potosí seria entonces el nodo que daria comienzo al capitalismo tal como lo conocemos hoy en día y la plata extraida de las entrañas del cerro Rico de Potosí sería su fuente de financiamiento. En Potosí nacio la minería moderna y su riqueza le permitió a España constituirse en el primer estado nación moderno. Este trabajo de historizar el capitalismo invita a deconstruir la mirada eurocéntrica del origen del capitalismo. Según esta investigación que tiene el prólogo de Maristella Svampa, el capitalismo no se gestó en alguna zona de Europa, sino en las entrañas mismas de la zona andina que hoy conocemos como Bolivia.

Ramón Grosfoguel alcanza a definir 16 jerarquias de poder globales que se imbrican entre sí de manera compleja y enredada, conformando un sistema civilizatorio heterárquico. Quisiera agregar algunas jerarquías para ayudar a complejizar, aún más, este sistema civilizatorio de muerte que llega a los territorios del Abya Yala.

1) Con la colonización llega una jerarquia global de poder que privilegia una forma de habitar el territorio. Se privilegia el sedentarismo y se persigue y criminaliza el nomadismo de población. Si bien en los territorios del Abya Yala había pueblos indígenas que habitaban ciudades y pueblos, la gran mayoría de pueblos practicaban el nomadismo y estaban organizados en clanes de cazadores recolectores.

2) Con la colonización llega una jerarquia global de poder que determina que especies animales y vegetales va a coexistir con los humanos en el territorio colonizado. La colonización de población trae consigo especies animales y vegetales del ecosistema europeo, que es introducido por la fuerza, en detrimento de las especies animales y vegetales del Abya Yala. Los animales autóctonos seran perseguidos, cazados y exterminados, la flora nativa sera reemplazada por cultivos que prioricen las necesidades del modelo civilizatorio europeo. Con el tiempo también serán talados la gran mayoría de especies arboreas de los ecosistemas de selva, monte y bosque nativos. La civilización europea tiene en sus genes el modelo de deforestación que heredó de las migraciones de población que llegaron de las civilizaciones de Medio Oriente y Egipto, que generaban la domesticación de los ecosistemas, priorizando monocultivos agrícolas, la ganadería intensiva, la urbanizacion y el represamiento de los cursos de agua, que va en detrimento de las especies arboreas y los animales autóctonos.

3) Con la colonización llega una jerarquía global de poder que determina que territorios seran sacrificados para la produccion de mercancias, y que territorios seran conservados para el usufructo, asentamiento y disfrute de las élites. Esta jerarquía también definirá los límites donde vivirán las clases subalternas, explotadas y colonizadas; y por otro lado, donde vivirán las poblaciones que gocen del privilegio racial y de clase. Con los procesos de colonización se incrementaran las zonas de sacrificio, como los rios y lagos, zonas costeras, zonas mineras, zonas de deforestación, zonas de humedales que seran secados para el proyecto colonial moderno. Estas zonas de sacrificio implicarán un deterioro de los ecosistemas, un deterioro medioambiental, la desaparición de la diversidad de la vida por un paisaje homogeneo de muerte y contaminacion. Por lo general estos territorios seran los que el sistema colonial moderno permitirá para el asentamiento de los pueblos inferiorizados.

4) Con la colonización llega una jerarquía global de poder que privilegia la lecto/escritura sobre la tradición oral. Aquellos pueblos que no tenían escritura fueron inferiorizados. La mayoría de pueblos del Abya Yala no necesitaban la escritura, se basaban en la tradición oral que pasaba de generación en generación y estaba al alcance y entendimiento de todos. Cuando se da el avance de la colonizacion, en Europa la escritura era considerada un atributo de privilegio, status y poder. No todas las personas tenían acceso a la lectura y escritura.

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