PRÓLOGO

Si entendemos como colonialismo la usurpación de la soberanía de un pueblo por otro pueblo, por medio de la dominación político-militar, cultural y económica, entonces el colonialismo es anterior a la expansión colonial europea de 1492. Pero la colonialidad que comienza con dicha expansión, refiere a un patrón de poder inaugurado con la conquista de América, donde la idea de raza y la jerarquía etno-racial atraviesa todas las relaciones sociales existentes (sexualidad, género, clase, espacialidad, división internacional del trabajo, epistemología, espiritualidad, etc.).

Para poder entender la actualidad de la colonialidad que vivimos hoy día, pero que empezó con la llegada de Colón a los territorios de los pueblos originarios en 1492, necesitamos rescatar a un activista y pensador negro del caribe, Frantz Fanon, que nos habla de zonas del ser y no-ser, donde la materialidad de las jerarquías de opresión que genera la expansión del nuevo sistema mundo capitalista militar eurocentrado patriarcal heteronormativo colonial moderno, se viven de manera diferenciada según se tenga privilegio racial o no. Fanon teoriza la materialidad de la opresión vivida, desde la perspectiva de lxs condenados de la tierra y la reproducción de lxs colonizadxs de los procesos de colonización, que lxs atraviesan de manera compleja y que son auto-reproducidos.

Es por eso que en esta recopilación de textos que dan forma a este libro, la mirada acerca de la actualidad de la colonialidad del sistema mundo está situada desde los pueblos originarios del Gran Chaco, viendo llegar a sus territorios y sus vidas, un complejo sistema de jerarquías entramadas de poder globales (heterarquía, Kontopoulos, 1993), que aún hoy continúan vigentes. Analizar las interrelaciones de las jerarquías de esta nueva matriz colonial de poder, pero desde sus puntos de llegada, es decir en base a la experiencia, corporalidad y epistemología de lxs sujetxs subalternizados (pueblos indígenas, afroamericanos y mestizos).

El sistema capitalista militar patriarcal heteronormativo occidentalocéntrico colonial moderno produce una destrucción y apropiación de saberes, de territorios, cuerpos, palabras, imaginarios y simbologías, instituyendo mediante la violencia y desposesión, múltiples jerarquías globales de dominación y apropiación, que van desde la manera en que se habita un territorio, se explotan los cuerpos y recursos naturales colectivos, se desfigura la cosmología y espiritualidad de los pueblos, se instituye un sistema interestatal político militar aplastando los modos comunales o de clanes familiares, se heteronormatizan las relaciones sexuales y se dimorfiza la sexualidad, se impone un modelo de familia patriarcal cristiano desvalorizando los espacios y roles femeninos, creando jerarquías de rango de edad que desvalorizan e inferiorizan a lxs ancianxs y niñxs, se priorizan los saberes y pedagogías de matriz cartesiana, se imponen lenguajes europeos que amputan la capacidad de dialogar con la naturaleza, de comunicarnos con nuestros ancestros, etc. Esta nueva forma de colonización abarca todos los aspectos de la vida, cosmología, cultura, relaciones entre personas y territorialidad de los pueblos que son inferiorizados a partir de una jerarquía etno racial, explotados, despojados y algunos otros exterminados.

La violencia y desposesión, que son fundantes del nuevo sistema mundo capitalista militar patriarcal occidental colonial moderno, son los 4 genocidios y epistemicidios producidos durante el largo siglo XVI (1450 hasta 1650 aproximadamente). Judíos y árabes en la península ibérica. Pueblos originarios en las Américas. Africanos secuestrados en África y esclavizados en las Américas. Mujeres europeas quemadas vivas acusadas de brujería. Epistemicidio se refiere a la destrucción de los conocimientos y saberes de los pueblos.

Este sistema civilizatorio de muerte, desposesión y apropiación, además va a producir una apropiación e inferiorización epistémica de los saberes de los pueblos no-europeos y al mismo tiempo impondrá como universales el canon de pensamiento de hombres del norte de Europa. Situación aún vigente en las universidades y facultades occidentalizadas de todo el mundo.

Este sistema civilizatorio que llega al Gran Chaco a finales de la década de 1870, se da en el marco del avance y consolidación de las fronteras internas de los nuevos estados nación que surgen en las Américas, en el nuevo sistema mundo capitalista/ colonial/patriarcal, por aquel periodo hegemonizado por Inglaterra.

Rescatando la memoria e historia de resistencia de los pueblos originarios del Gran Chaco, podemos entender las formas de internalización de las múltiples jerarquías de opresión y también cómo reproducimos estas jerarquías del poder global y la manera en que aún siguen vigentes, aunque invisibilizadas. La descolonización entendida como un ejercicio de rescatar saberes otrxs y su resignificación a una corporalidad y temporalidad específica de cada pueblo. Un mundo donde quepan muchos mundos, como dicen lxs zapatistas.

La actual crisis de la hegemonía occidental en el sistema mundo y la actual crisis de los ecosistemas y sus múltiples formas de vida, nos obliga a encontrar respuestas en los modos y saberes que han sido marginados, subalternizados e inferiorizados. Estos modos y saberes han sido durante milenios parte de la cosmología de los pueblos, que vivieron y mantuvieron la diversidad ecosistémica del planeta.

Esta selección y recopilación de textos que da forma a este libro, está dedicado a la lucha de la cooperativa de mujeres cesteras qom Onolec Lagaraiq del impenetrable chaqueño en el norte argentino, las mismas mujeres que encabezan los cortes de ruta, cocinan, cuidan de sus familias y mantienen vivo el fuego de la asamblea. Pero sobre todo mantienen vivo el fuego de su cultura, rescatando sus identidades.

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